Sala de prensa

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21 feb, 2024
Investigaciones publicadas anteriormente sugieren que los usuarios de PLD a menudo eligen volúmenes tan altos como 105 decibelios (dB), mientras que los niveles de sonido promedio en los lugares de entretenimiento oscilan entre 104 y 112 dB, lo que supera los niveles permitidos (80 dB para adultos y 75 dB para niños) incluso durante periodos muy cortos de tiempo. El estudio de revisión y metaanálisis de Dillard et al. (2022) concluye que 0.67-1.35 billones de adolescentes y adultos jóvenes podrían estar en riesgo de padecer sordera debido a la exposición a prácticas de escucha nocivas. Se resalta la necesidad urgente de gobiernos, industrias y la sociedad de priorizar la prevención de la pérdida auditiva a través de la promociónd e prácticas de escucha saludables. Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se centran en reducir el volumen y la duración de la exposición, monitorizar el volumen de escucha, utilizar protecciones auditivas y estar atento a los primeros signos de pérdida auditiva como presencia de acúfenos o dificultades para escuchar en ambientes ruidosos. Recordemos que el umbral máximo confortable estaría en torno a los 100 dB, teniendo en cuenta que a medida que nos acercamos a los 100 dB debemos ir reduciendo notablemente el tiempo de exposición para evitar daño o riesgo para la fisiología del sistema auditivo periférico. En torno a los 80 dB debemos limitar la exposición a 8 horas; si aumentamos 3 dB (de 80 a 83 dB) el tiempo se reduce a 4 horas de exposición; si le añadimos 3 decibelios más (de 83 a 86 dB) el tiempo de exposición debe reducirse a 2 horas; si añadimos 3 decibelios más (90 dB) se reduce a 1 hora de exposición; cuando alcanzamos los 100 dB, son pocos minutos los que podríamos exponer nuestro oído de forma confortable. Por último, la pérdida de audición se considera un factor de riesgo para el deterioro cognitivo o el desarrollo de demencia. Referencias: Dillard LK, Arunda MO, Lopez-Perez L, et al. Prevalence and global estimates of unsafe listening practices in adolescents and young adults: a systematic review and meta-analysis BMJ Global Health 2022;7:e010501. Hardy, C. J., Marshall, C. R., Golden, H. L., Clark, C. N., Mummery, C. J., Griffiths, T. D., Bamiou, D. E., & Warren, J. D. (2016). Hearing and dementia. Journal of neurology, 263(11), 2339–2354. https://doi.org/10.1007/s00415-016-8208-y
24 ene, 2024
Giacomo (nombre ficticio) tenía un año de edad cuando por primera vez el pediatra aconsejó a su madre que lo llevara a una visita para evaluar su audición. A esa edad ya manifestaba los primeros problemas de lenguaje. Los médicos del centro ortopédico de reeducación de Florencia en tres ocasiones diferentes no se dieron cuenta de que el niño sufría de sordera. Pensaron que su trastorno, que le ocasionaba las dificultades para hablar, era de naturaleza mental. Después de seis años de diagnóstico y terapias equivocadas, etiquetado como afectado por un retraso psíquico , la tenacidad de su madre le hizo llegar a Siena, en el hospital Scotte, donde sin siquiera hacer preguntas nada y con gran profesionalidad - dice la madre de Giacomo, lo visitaron y, después de unos minutos, le dijeron que padecía una “pérdida auditiva bilateral grave".  V einte años después del inicio de este asunto, los abogados de la familia consiguieron una indemnización de 90.000 euros por los 7 años del diagnóstico erróneo y la consecuente angustia de la madre por esta valoración. «Siempre he intentado tener un diagnóstico para mi hijo, para que pudiera tener toda la ayuda necesaria en el colegio. Los médicos, sin embargo, no pudieron dármelo y me explicaron que sólo se conoce el 3% de las enfermedades mentales y que mi hijo formaba parte del 97% restante – dice la madre. Me trataron como a una madre aprensiva: "No te preocupes, no todos los niños pueden ser genios". Lo he oído repetir varias veces." A lo largo de los años, la madre, junto con el hermano mayor de Giacomo, deambulaba por los pasillos del hospital con la esperanza de que su intuición de que su hijo era sordo pudiera encontrar confirmación médica. Artículo completo en La Repubblica
22 ene, 2022
"Su objetivo es mejorar problemas de aprendizaje, déficit de atención, trastornos del lenguaje o problemas en la lectura y escritura que tienen como causa un problema de procesamiento auditivo"
30 may, 2020
Un reciente estudio muestra que los bebés que recibieron más estimulación verbal de sus madres durante los primeros meses de su vida presentan mayor presencia de mielina a los 30 meses de edad en áreas cerebrales relacionadas con el lenguaje. La mielina envuelve los axones de las neuronas, favoreciendo que los impulsos eléctricos se transmitan de manera rápida y eficiente. Tal como dice uno de los investigadores del estudio “Aunque todavía falta mucho para aprender acerca de estos procesos, el mensaje para los cuidadores es claro: habla a tu bebé, tu niño. No solamente están escuchando, tus palabras están, literalmente, moldeando sus cerebros”. Referencia :  Fibla, L., Forbes, S. H., McCarthy, J., Mee, K., Magnotta, V., Deoni, S., Cameron, D., & Spencer, J. P. (2023). Language Exposure and Brain Myelination in Early Development. The Journal of neuroscience : the official journal of the Society for Neuroscience , 43 (23), 4279–4290. https://doi.org/10.1523/JNEUROSCI.1034-22.2023
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